El sindicalismo en los tiempos de la Unidad Popular se fortaleció en múltiples dimensiones. No solo, respecto de una de las más importantes alzas salariales de la historia de Chile, sino que además incidió en la organización de la producción, al interior de las empresas públicas y privadas, ya sea mediante el Consejo Nacional de Desarrollo, el Consejo Nacional Campesino, los comités de producción, los Comités Sectoriales de la CORFO, los Consejos de Desarrollo Regionales, los Consejos Provinciales de Desarrollo, los cordones industriales, los cordones populares, entre otros
Ello se reforzó con la participación de los trabajadores y trabajadoras en las decisiones gubernamentales. Así, durante este periodo, se instalan efectivamente los principios de democracia económica en Chile, mediante el ejercicio del poder por parte de los trabajadores y trabajadoras que orientaron las prioridades programáticas del gobierno de la Unidad Popular.
El proyecto transformador del gobierno del presidente Salvador Allende se ve interrumpido por la dictadura. En el año 1979, ejecuta el plan laboral diseñado por Miguel Kast, el que consta de tres decretos de ley: 2.200, 2.756 y 2.758, que lograron estructurar de manera separada las relaciones del contrato de trabajo, las relaciones sindicales y la negociación colectiva.
Las reformas neoliberales modificaron las relaciones laborales en nuestro país y se produjo una pérdida muy significativa del poder de los sindicatos en los procesos de negociación, elemento que estuvo marcado por la flexibilización y precarización del mercado laboral. Todo ello acompañado de una disminución de sus salarios reales, provocada también por la manipulación de los datos del IPC y por la caída de la productividad, debido a la disminución de la capacidad instalada. Así aumentó la desigualdad del poder del empresariado en comparación con el poder de los trabajadores, reduciéndose el espacio de lo colectivo en las relaciones laborales y su efectividad en la defensa de los intereses de los trabajadores y las trabajadoras.
En este contexto, el diplomado en formación política sindical generó un espacio para la reunión de diversos sindicatos en torno a ejes estratégicos para la conformación de un nuevo sindicalismo. Se aporto en el fortalecimiento de la identidad de clase de los liderazgos sindicales actuales, mediante la comprensión de los elementos fundamentales de las estructuras de subordinación y de dominación presentes en las sociedades modernas.
Para ello se estableció una malla curricular que abordó ámbitos teóricos y prácticos que abarcaron la labor sindical desde un perfil amplio y completo, incorporando un análisis estructuralista y marxista en la formación y práctica sindical.
Las unidades temáticas que se contemplaron en esta primera versión del diplomado consideraron los siguientes aspectos:
1. Historia del Movimiento Sindical
2. Elementos económicos para el análisis sindical.
3. Aspectos políticos e ideológicos fundamentales para la formación sindical.
4. Conceptos jurídicos para la ampliación de los derechos laborales y sindicales.
5. Herramientas comunicacionales para el fortalecimiento de la organización sindical.
Resultado de aprendizaje general:
Conocer teorías, conceptos, herramientas básicas y aspectos empíricos para la comprensión de la significancia e impacto del actual modelo neoliberal respecto de las relaciones de subordinación entre el capital y el trabajo, y por tanto, la incidencia sobre las relaciones laborales y sindicales.
El estudiante podrá perfilar políticas sindicales que permitan fortalecer las relaciones laborales, sindicales y sociales.
Destinatarios de las clases presenciales:
Sindicatos, organizaciones de la sociedad civil y la ciudadanía en general.