El modelo pedagógico se basa en la pedagogía crítica, el constructivismo y el conectivismo. Reafirma el valor y la vigencia de la pedagogía dialógica y de la pregunta, según las definió el educador brasileño Paulo Freire.
Este modelo preconiza la construcción del saber desde una aprehensión desmercantilizada y crítica, donde lo popular, la ciencia y la técnica se imbrican con las experiencias particulares y colectivas para ponerse al servicio de personas y comunidades que cuentan con acceso insuficiente, cuando no inexistente, a formación pertinente, gratuita y de calidad.
Los procesos docentes de la UAR cuentan con un dispositivo de aseguramiento de la calidad que abarca las propias evaluaciones de los aprendizajes, indicadores académicos tales como la docencia, programas, recursos, adecuación al modelo educativo; indicadores de gestión, esto es, satisfacción de usuarios/as y adecuación a las necesidades de la comunidad; seguimiento de las y los egresados; convenios de colaboración con instituciones educativas nacionales y extranjeras, entre otros.
En esta formación se integran y expresan a través de metodologías participativas, analíticas y críticas, evaluaciones que son parte del aprendizaje y que lo alientan colaborativamente (no jerarquizan ni estigmatizan), en la construcción democrática, situada, crítica y transformadora de los aprendizajes y la sociedad. Por lo mismo, sus procesos de evaluación de los aprendizajes contemplan, indispensablemente, que las y los participantes expliciten en un proyecto la transformación de su realidad que se funda en los aprendizajes construidos en el curso o taller.
La Universidad Abierta de Recoleta materializa su proyecto educativo en torno a diferentes temáticas formativas, las que se fundan en la diversidad de saberes sincrónicos y diacrónicos que, al mismo tiempo, dialogan y se relacionan con las necesidades de transformación y desarrollo de las personas y comunidades en sus respectivos contextos.