Producto de los malos manejos gubernamentales y eclesiásticos, la sexualidad se ha ocultado, castigado y ensuciado, transformándose en tabú y pecado. Esto provocó que muchos adultos/as aprendieran a temerla, rechazarla y juzgarla, manteniéndose en ignorancia y recurriendo a aprendizajes de manera informal, la cual en muchas ocasiones cuenta con sesgos, desinformación y estereotipos.

Por ello, es de vital importancia enseñar que la sexualidad es algo innato al ser humano y que nos acompaña desde el nacimiento hasta la muerte. La sexualidad nos presenta como individuos dentro de la sociedad, y en nuestra interacción con esta. Algo semejante sucede con el querer, el aprender, el explorar y el experimentar la sexualidad, llegando con esto al florecimiento de muchos géneros, tendencias, gustos, etc.

En este curso se considera imprescindible enseñar nuevos conceptos, romper mitos y tabúes que se han generado, promover el respeto y aceptación. No menos importante es enseñar las enfermedades vinculadas y asociadas a la sexualidad, junto con enseñar a conocer el cuerpo y las capacidades que éste tiene para mantener una sexualidad sana y placentera.