El pasado 30 de julio se estrenó a través del canal de Youtube de la Universidad Abierta de Recoleta (UAR) la canción Lamento borincano, original de Rafael Hernández, en la versión de Estación Letelier, banda conformada por estudiantes del curso Taller de ensamble latinoamericano, dictado por la UAR en 2019. El video, del que participaron nueve músicos y músicas del ensamble, fue grabado durante junio. Estudiantes y el docente de la UAR a cargo cuentan su experiencia.
“Siento que el impacto que tuvo el taller en la vida de las personas que fueron parte de él fue tan significativo que era necesario, casi como terapia, consolidarlo con un gesto como el que hicimos. La pandemia es un problema que nos tocó a todas y todos de diversas formas y la música es sanadora”, señaló Rodrigo Álvarez, músico y docente del curso, y agregó que “elegí el último tema que trabajamos en el taller, puesto que lo ensayamos harto y el arreglo tuvo buena recepción entre las y los estudiantes. Cierto día les comuniqué que quería grabarlo y preparé algunas indicaciones para que el proceso no se viera intervenido por mi desempeño musical. No les di un tiempo limitado y sólo opiné sobre algunos alcances de la grabación. La idea es que vieran un producto ejecutado por ellas y ellos, con sus aciertos y desaciertos”.
“Para mí fue una bella experiencia, atreverme a tocar un instrumento junto a otras personas que no conocía y que además son jóvenes y buenos músicos, fue todo un desafío. Además participé con mi hijo y eso nos abrió un espacio muy especial donde compartimos el placer de la expresión musical en un ambiente muy grato y acogedor”, señaló Gina Cerda. Su hijo, Jorge Lastra, cuenta que “todo el proceso del taller ha sido muy inspirador y alegre, es muy bonito tener este video porque es un recordatorio de que a pesar de las dificultades la música y lo humano siempre encuentra maneras de prevalecer”.
Para Mitzy Riquelme “fue una experiencia intensa. A medida que practicaba me acordaba de las clases, los ensayos y las veces que tocamos en un escenario. Volví a recordar todo ese nerviosismo y la buena onda de mis compañeros y el profe. Siento que la cuarentena ha removido muchas emociones internas intensas y al ver el video sentí que todo el trabajo realizado de cierta forma floreció, como un pequeño veranito para mi corazón”. Ian Núñez cuenta que “en mi caso fue rememorar la experiencia que tuve en el taller el año pasado, en la que me sentí gratamente sorprendido y acogido. Estoy realmente muy contento por el resultado y me sorprende mucho que aunque haya una situación especial afuera, no sea un impedimento para hacer música”.
Boris Zamora cursó la enseñanza básica en el Liceo Valentín Letelier, donde durante 2019 se realizaron las clases presenciales del taller: “desde la vez en que volví a entrar al liceo donde estudié, reencontrarme con las salas de clases, el patio y los recuerdos, más todo lo hermoso de conocer bellas personas, compartir en grupo con un fin primario que fue el hacer música, pero que a la larga se transforma en secundario al lado simplemente de compartir. Agradezco el esfuerzo de quienes estuvieron en la delantera de esta iniciativa y la posibilidad de ser parte”.
“En mi caso fue una manera de romper con la rutina de la cuarentena y el encierro en casa. Y al ver el vídeo listo fue como estar todos juntos de nuevo, aunque fuera un rato, como cuando asistíamos al taller”, cuenta María Mercedes Figueroa.
Felipe Ríos, uno de los monitores del curso junto a Ruth Santibañez, está actualmente finalizando sus estudios de pedagogía. Sobre la experiencia del taller destaca que “a pesar de que no es en específico sobre mi especialidad, es una de las mejores experiencias pedagógicas de las que he podido ser parte. El segundo semestre fue mucho mejor porque se dobló la cantidad de gente interesada, y venían con más motivación e interés por aprender y generar un proyecto colaborativo, solo con el fin de expresar lo que sienten y aprender entre todos y todas. Creo que la Universidad Abierta es un lugar donde uno puede dejar de lado los preceptos culturales que se han impuesto en el país, como el individualismo y la meritocracia. La Universidad Abierta de Recoleta, gracias a todo lo que genera, de lo micro a lo macro, permite ser un faro de resistencia a la educación de mercado, academicista, desigual”.
“Pienso que el desempeño de cada uno es formidable, hay un valor gigante en ello, pero también concentración, voluntad y sobretodo mucho cariño. No es un grupo donde haya surgido competitividad, por el contrario, el apoyo de todas y todos permitió que, tanto los que sabían un poco como los que no, recibieran palabras de aliento y se ganaran un lugar en el resultado final”, finaliza Rodrigo Álvarez.
En el video participan: Pablo Jara Ñúñez (guitarra), Mitzy Riquelme (bajo), Gina Cerda Yeomans (güiro), Mauricio Michea (voz), María Mercedes Figueroa (voz), Ian Núñez Guerra (piano), Jorge Lastra (bongó), Boris Zamora (flauta traversa), Victoria Moreno (güiro).
Lamento borincano está disponible en el canal de Youtube de la Universidad Abierta de Recoleta.