A una semana desde el decreto de Estado de Excepción de Emergencia, las y los docentes del curso Debates en Economía para el Bien Común e integrantes de la Red de Estudios Nueva Economía (ENE), en conjunto con la Cooperativa de Economía Feminista Desbordada, como profesionales de las ciencias económicas y ciencias sociales al servicio del pueblo y los movimientos sociales, compartimos el siguiente diagnóstico sobre la situación actual:
Hemos sido testigo de primera fuente, y a través de miles de registros, de la represión instalada por el gobierno de Sebastián Piñera. Llamamos a denunciar y condenar todas las violaciones a los Derechos Humanos, asesinatos, violaciones, abusos, provocaciones, heridas de bala, balín o bomba lacrimógena, así como la tortura y la instalación de un clima de inseguridad social, a través de montajes y balaceras sin provocación.
Ya ha quedado claro que las protestas han sido una respuesta a la precarización de todo ámbito de la vida: seguridad social privatizada, ausencia de seguridad laboral, aumento del desempleo, crisis de los cuidados, encarecimiento de la vivienda, destrucción de la naturaleza, entre otros tantos abusos. La institucionalidad neoliberal está en crisis y es porque su diseño no busca dar abasto ni responder a las necesidades de su población. El gasto social directo se focaliza en la extrema pobreza, se entrega mediante mecanismos de mercado como un ‘voucher’, bonos individualizados, subsidios, licitaciones u órdenes de compra, cuando mejor llega en obras públicas, las que son diseñadas en buena medida por tecnócratas neoliberales. Los anuncios de la ‘agenda social’ de Sebastián Piñera siguen esta misma lógica: Transferencia de recursos públicos a privados y subsidio al empresariado. No se busca cambiar la distribución de la riqueza, la injusta organización reproductiva, ni modificar la matriz productiva del país, no hubo ninguna palabra sobre la degradación de los ecosistemas ni zonas de sacrificio; no se atacan las raíces del problema, sino que se continúa haciendo política económica a espaldas del pueblo, y peor aún, con militares reprimiendo en las calles.
El modelo neoliberal requiere ser superado y urge avanzar en múltiples dimensiones. Sin agotar la lista, reconocemos:
1. La necesidad de ampliar las dimensiones de lo que se considera trabajo, pues no es sinónimo de empleo. Las personas que realizan la labor de sostener los hogares a través de los trabajos domésticos y de cuidados deben ser reconocidas como trabajadoras productivas y reproductivas y con ello acceder a una seguridad social que las proteja; se debe poner urgencia a las políticas que permitan redistribuir la injusta organización social del cuidado, que hoy se encuentra extremadamente feminizada.
2. Asimismo, proponemos avanzar hacia una economía que ponga en el centro los intereses de las y los trabajadores, posicionando principios democráticos y colaborativos en las decisiones productivas, suprimiendo la explotación que sufrimos consecuencia de las largas jornadas laborales y de la apropiación de nuestro trabajo por parte del empresariado; las cooperativas de trabajo son un excelente ejemplo de cómo avanzar en esta transformación.
3. En la misma dirección, debemos transformar la relación que establecemos con la naturaleza, poner fin a la sobreexplotación de los ecosistemas, terminar con las zonas de sacrificio, reducir el área destinada al monocultivo forestal y desprivatizar el agua del país; es necesaria una nueva institucionalidad ambiental que ponga énfasis en la sustentabilidad y mantenimiento de los equilibrios ecosistémicos, prácticas tradicionales y manejo comunitario de los bienes comunes.
Con la esperanza intacta, reiteramos nuestro apoyo a las manifestaciones legítimamente mantenidas por trabajadoras y trabajadores, estudiantes, pobladoras y pobladores, vecinas y vecinos, y por todo el pueblo. Llamamos a reconocernos como clase trabajadora e insistimos en la necesidad de superar el modelo actual, con la participación del pueblo organizado en el nuevo modelo de desarrollo. Asimismo, hacemos el llamado a continuar participando en los espacios políticos existentes y formar otros nuevos, para contribuir con conocimientos y con humildad a la construcción de alternativas al sistema capitalista neoliberal imperante. Para ello, ponemos nuestras manos y conocimientos al servicio de esta construcción colectiva, porque somos profesionales del pueblo, y a donde vaya al pueblo, ahí estaremos.
Equipo docente Debates en Economía para el Bien Común.