En este momento histórico de Chile, en el que el descontento social y las manifestaciones se hacen latentes, tras décadas de injusticias sociales y desigualdades que el actual modelo neoliberal perpetúa; y conscientes de que son justas las demandas que el pueblo reclama por un país más igualitario, inclusivo, libre y justo, consideramos:
Que la violencia por parte del Estado hacia quienes debía proteger: niñ@s, jóvenes, adult@s y ancian@s, ha sido desmedida y expresada en diversos momentos mediante la represión policial e implantación de un toque de queda, que nos hace recordar los días de dictadura cívico-militar. Ante ello, rechazamos todo tipo de violencia hacia el pueblo, la criminalización de la protesta y la militarización de nuestros territorios.
Que hoy más que nunca se torna relevante y trascendental apelar a nuestras memorias individuales y colectivas, tal y como dice el texto de la Cantata Santa María de Iquique, ya que “por más que el tiempo pase, no hay nunca que olvidar”. A fin de reflexionar sobre los procesos históricos pasados y su incidencia en los procesos actuales.
Sin duda alguna, para miles de personas, el recuerdo de los militares en las calles trae sentimientos de malestar, ligados a la angustia, rabia, insomnios y un sinfín de sentipensares que como sociedad no podemos estar ajenos.
Por esto, consideramos importante no vivir este doloroso momento histórico solos ni solas, puesto que es tiempo de acompañarnos, apoyarnos y organizarnos. Es momento de luchar y encauzar el descontento hacia la co-construcción de nuestros derechos, apostando a otro tipo de sociedad.
Fraternizamos con todos y todas quienes se encuentran luchando desde diversos espacios, dando la pelea, a las y los vecinos, campesinos, mineros, pobladores, pescadores, estudiantes, ancianos, a las organizaciones sociales de base y muchos compañeros y compañeras más. Que no se nos olvide nunca la fuerza, la alegría y la justa rebeldía a partir de la cual soñamos y construimos un mundo mejor.
Equipo Memorias Rebeldes