Como en cualquier universidad, la misión de la Dirección de investigación de la Universidad Abierta de Recoleta (UAR) es promover el desarrollo de investigaciones científicas en los más diversos ámbitos, de acuerdo a los lineamientos del Proyecto Estratégico Institucional vigente. Ahora bien, explica Cristóbal Feller, director del área, “a diferencia de lo que ocurre en las universidades facultativas, en la UAR no contamos con un cuerpo académico remunerado que diseñe y ejecute estos proyectos, ni tenemos la posibilidad de concursar por los cada vez más escuálidos recursos públicos destinados a financiar la actividad científica en Chile”.
“En ese escenario, señala Feller, nuestro principal desafío consiste en convocar a investigadoras e investigadores que quieran colaborar voluntariamente con la UAR en el desarrollo de proyectos de investigación. Y, tal como ocurre con los profesores de los distintos cursos que imparte la Universidad, hemos podido constatar que existen muchas personas del ámbito académico dispuestas a aportar en estas actividades sin esperar una retribución económica, una mejor calificación académica u otra ganancia de tipo individual, sino que están motivadas por su identificación con el proyecto político y educativo de la Universidad, como también por convicciones y/o expectativas personales que encuentran un espacio en la UAR”.
“En general, añade, se trata de personas que comparten una mirada crítica frente a las lógicas que el mercado le impone las universidades: la burocratización y precarización del trabajo científico y la competencia permanente entre académicos/as por acceder a los escasos recursos disponibles y aumentar su prestigio académico, en desmedro de la cooperación y el diálogo, tareas indispensable para el avance del conocimiento”.
¿Cuáles son las definiciones que determinan los proyectos que el área impulsa?
Como principio, buscamos consolidar a la UAR como un espacio abierto a todas las áreas del conocimiento y a diferentes tipos de saberes y prácticas. En especial, a aquellas que hoy no tienen cabida en el sistema universitario, debido a que son de ‘bajo impacto’ económico o científico, de acuerdo con los indicadores estandarizados que rigen el sistema. En este sentido, creemos que la UAR, al igual que otras universidades populares, puede jugar un rol complementario al sistema universitario chileno, tendiendo puentes entre la academia y la realidad local.
Ahora bien, como parte de nuestro desarrollo estratégico, hemos definido algunas áreas temáticas que nos interesa promover especialmente, y que apuntan al fortalecimiento de los gobiernos locales y la construcción de comunidades locales más democráticas, sustentables e inclusivas. Para ello, hemos realizado tres convocatorias académicas abiertas, dos de carácter general y una correspondiente al Instituto Plurinacional de la UAR, enfocada específicamente en temas de migraciones y pueblos originarios. Esto nos permite tener actualmente doce proyectos de investigación en desarrollo y dos más que se iniciarán durante 2021.
¿Cómo se vinculan estos proyectos de investigación con la comuna de Recoleta?
Como principio, buscamos que los resultados de las investigaciones que impulsa la UAR tengan algún impacto en la gestión local o en la calidad de vida de los habitantes de Recoleta. Además, prácticamente todos los proyectos de investigación se desarrollan dentro del territorio comunal, e incluyen algún tipo de participación de funcionarios municipales, docentes, estudiantes, dirigentes sociales o vecinos de Recoleta.
En la ejecución de estos proyectos es clave la cooperación y coordinación permanente con distintas unidades de la municipalidad. Dentro de las tareas fundamentales del área de investigación está facilitar el acceso a información comunal, el contacto con las distintas unidades y establecimientos municipales, y la vinculación con organizaciones sociales y comunitarias de Recoleta.
Además, actualmente la UAR está coordinando un proyecto que busca evaluar el programa Farmacia Popular de Recoleta, y colaborando directamente con la DIDECO en la realización de un estudio para caracterizar a las personas en situación de discapacidad de Recoleta y a sus cuidadores.
Ahora bien, la UAR pretende también ser una Universidad al servicio del mundo municipal en general, más allá de los límites de Recoleta. Queremos impulsar todo tipo de proyectos que contribuyan al desarrollo local, al fortalecimiento de los gobiernos locales y a la gestión local de bienes y servicios básicos en todas las comunas de Chile y América Latina. En este sentido, a inicios de 2021 esperamos tener novedades importantes, con la creación de un nuevo Instituto UAR enfocado en estas temáticas.
¿Cómo se ha podido avanzar en los proyectos en un contexto de pandemia?
Al comienzo muy lentamente, debido a dos motivos. Por una parte, las tareas de investigación por definición son de mediano y largo plazo, no urgentes, lo que motivó a suspender gran parte de las actividades planificadas durante los meses de cuarentena y fases iniciales de apertura, e incluso algunas hasta el día de hoy, como por ejemplo las que involucran a personas mayores.
Por otro lado, las municipalidades debieron priorizar sus esfuerzos en las tareas relacionadas directamente con la pandemia, y Recoleta no fue la excepción, lo que hizo extremadamente compleja la vinculación con algunas unidades municipales claves. Algo similar ocurrió con los establecimientos educacionales. No obstante, en los últimos meses se ha reactivado de manera importante el trabajo, lo que permite mirar el 2021 con cierto optimismo.
En cualquier caso, nuestra política durante todos estos meses ha sido dar a los investigadores e investigadoras la mayor flexibilidad posible, buscando que los proyectos se ejecuten de manera óptima desde el punto de vista técnico y sanitario, más allá de los plazos que alguna vez se hubieran establecido.