“Un país que destruye la Escuela Pública no lo hace nunca por dinero, porque falten recursos o su costo sea excesivo. Un país que desmonta la educación, las artes o las culturas, está ya gobernado por aquellos que sólo tienen algo que perder con la difusión del saber”. Con esta cita al periodista y escritor italiano Italo Calvino, el director académico de la Universidad Abierta de Recoleta (UAR), Christian Reyes dio inicio a la reflexión del foro virtual titulado Generar conocimiento interdisciplinario desde las artes, las ciencias y las comunicaciones, que se desarrolló el lunes 17 de enero.
El astrónomo José Maza, la periodista María Olivia Mönckeberg, y el director teatral y dramaturgo Ramón Griffero fueron los invitados a esta segunda versión del ciclo Premios Nacionales – El conocimiento como patrimonio que reúne a académicos y académicas de la Universidad de Chile distinguidos con el máximo galardón del Estado a conversar sobre el acceso equitativo al aprendizaje y reflexionar en torno a la contribución del mundo científico, artístico cultural y de las ciencias sociales a la sociedad, y la importancia de poner el conocimiento a disposición de la comunidad, como un bien público.
“Más allá de lo que digan los políticos, Chile declara no querer ser un país desarrollado cuando invierte sólo el 0,34% del Producto Interno Bruto (PIB) en ciencia y tecnología, a diferencia de otros países que si se quieren desarrollar e invierten entre un 4 y 4,8% del PIB en la misma área. Países como Israel o Corea Sur”, partió planteando el profesor Maza.
“Es mentira que nos vamos a desarrollar metiendo más pala en el suelo para vender, ayer salitre, hoy cobre y mañana litio. El desarrollo tiene que venir de la cabeza, del intelecto y en eso el cruce de disciplinas es central. Tenemos que reforzar el conocimiento desde la base. Diría incluso que el lenguaje es lo primero que tenemos que potenciar”, agregó el astrónomo.
La Premio Nacional de Periodismo 2009, María Olivia Mönckeberg, coincidió con Maza, aseverando que la “degradación del lenguaje ha afectado también la educación en Chile”.
“Cultivar un lenguaje común es fundamental para poder entendernos y no quedarnos en el sesgo de los expertos. Hay gente que escribe o habla para públicos parciales, pasa mucho en la Economía, y por ahí ocurre que también nos terminan pasando gato por liebre, porque la gente no entiende de lo que le están hablando. Si queremos hablar de transdisciplina es esencial entendernos”, advirtió Mönckeberg.
Por su parte, el dramaturgo autor de obras como Cinema-Utoppia y Tus deseos en fragmentos, Ramón Griffero puso énfasis en que el arte y la cultura están en el pilar del espíritu de un país. “Lo vimos en la revolución del 18 de octubre y cómo los manifestantes expresaron sus deseos y demandas a través de lenguajes artísticos, la danza, el teatro, los muros. En este sistema neoliberal se habla mucho de la privatización del agua, pero poco de la privatización de la ciencia y la cultura”, dijo el director.
En ese sentido lamentó, tal como Maza, los pocos recursos que el Estado dirige al apoyo y financiamiento de la cultura. “No hay ningún centro de creación público en todo el país, no hay teatros con elencos estables ni orquestas, tampoco centros de creación escénica que convoquen a la comunidad, porque los creadores no son solamente los los profesionales del arte, la cultura somos todas, todos y todes y hasta el momento no hay espacio para esa creación social, está completamente ausente”, explicó.
El rol de las universidades
Para el Premio Nacional de Artes de la Representación y Audiovisuales 2019, las universidades “tienen un desafío enorme de transformar su manera de formación como lo han hecho hasta ahora. El cambio social que hoy estamos viviendo también lo tienen que asumir las universidades y la educación en general y en ese sentido hay que fortalecer la cultura visual y lo transdisciplinario”.
Por su parte, José Maza planteó la importancia de que ese intercambio de saberes disciplinarios pueda darse en un contexto físico común. “Creo que una de las debilidades que tiene la Universidad de Chile es no tener un solo campus donde allí se desarrolle el conocimiento. Llevo cincuenta y cuatro años en la Universidad como académico, pero no conozco ni siquiera la mitad de los terrenos de la Universidad de Chile”, dijo.
El astrónomo advirtió que la ‘atomización’ de la Universidad fue también una de las consecuencias del modelo neoliberal implantado por la dictadura de Augusto Pinochet, al igual que la privatización de la educación. “Al final cada uno de los académicos termina convirtiéndose en una pyme que tiene que funcionar bajo la lógica de la competencia y el concurso, de allí que nacen los concursos del Fondecyt y del Fondart en el caso de las Artes”, subrayó.
Alguien que ha estudiado de fondo el tema del lucro en la educación es María Olivia Mönckeberg, autora de libros con decisivos títulos como El negocio de las universidades en Chile y El saqueo de los grupos económicos al Estado Chileno.
“Una de las áreas donde entraron más duro los militares con los Chicago boys fue justamente la educación. El rol de las universidades públicas es algo que tiene que estar presente en la Convención Constitucional y en el futuro gobierno porque hay que cambiar cosas, el sistema de financiamiento por demanda que es algo que está instaurado y eso significa que se les está pasando recursos del Estado a grupos económicos privados, eso debe cambiar”, planteó la académica del Instituto de la Comunicación e Imagen.
Eso sí, en comparación a Maza, Mönckeberg tiene una mirada optimista de lo que viene sobre educación y experiencias transdisciplinarias, al igual que del rol que en eso puede jugar la Internet: “Creo que lo tecnológico nos ayuda, ahora la misma pandemia que nos obliga a conectarnos virtualmente dentro y fuera de Chile, pero también dentro de la propia Universidad. Estamos trabajando más en redes transdisciplinarias con personas que tienen que ver con distintas áreas de la educación”, concluyó.
Revisa el foro completo aquí.
*Texto publicado originalmente en web de la Universidad de Chile.