Con una asistencia que superó la sesenta personas, representantes de distintas agrupaciones y orgánicas artístico culturales se desarrolló en el auditorio Amanda Labarca de la casa central de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), el seminario Territorios, experiencias y demandas de hacer cultura y artes populares.
Las palabras iniciales del seminario indicaron la necesidad de abordar críticamente el tema de los territorios en torno a las culturas y artes populares. Nicole Fuentes, directora de Extensión UTEM manifestó la importancia de entender y avanzar respecto a la cultura como bien público. Por su parte Jordi Berenguer, coordinador de Instituto de Cultura y Arte Popular (ICAP), indicó que hablar de territorios llama a compartir saberes con sentido de incidencia desde las comunidades locales.
En la primera mesa, se abordó la temática de los conceptos, sentido y experiencias del territorio para las culturas y artes populares, y que contó con la moderación de la jefa del Departamento de la Culturas y las Artes, de la Vicerrectoría de Apoyo Estudiantil de la Universidad de Santiago de Chile, María Paulina Soto. Ella indicó que hay que recorrer la palabra y el sentido de los territorios, en especial en su experiencia desde fuera de la institucionalidad. Asimismo, cuando hoy lo comunitario emerge como expresión de lo popular, requiere una indagación específica.
A continuación, Daniela Campos, Coordinadora Nacional de Puntos de Cultura Comunitaria del Ministerio de las Culturas, Artes y Patrimonio abordó esta política pública que tiene por sentido avanzar en la democratización del arte y las culturas. Indicó que su impacto debe darse en medio de los problemas de convivencia social específicos de las comunidades locales, fortaleciendo el tejido social y desarrollo humano.
Por su parte Claudio Núñez de la Organización Cultural de Puente Alto y miembro de la agrupación folclórica Cuncumén, manifestó que la participación comunitaria tiende a abordarse dentro de procesos institucionalizados, pero la vida misma local tiene sus propias expresiones que tensionan lo local e institucional. Es aquí donde debe surgir la profunda reflexión acerca de los derechos culturales, en tres dimensiones: disponibilidad, accesibilidad y aceptabilidad.
Finalizaron la primera mesa Nicole Fuentes y Soledad Vidal de la Dirección de Extensión y de los Laboratorios de Gestión Cultural Territorial de la UTEM. Comentaron que estos laboratorios culturales participativos que despliegan con veintidós comunas de la Región Metropolitana impulsan un plan de co-creación en esos espacios, junto a los actores protagonistas. Estos han entregado fecunda información que debe ser procesada, fortaleciendo lo que se está realizando, y buscando ajustarla a la pertenencia en los mismos territorios.
La segunda mesa consideró el accionar demandado desde y para los territorios en culturas y artes populares, y que fue moderado por Isidora Moulian directora de la Corporación Cultural de la comuna de Independencia, quien centró su reflexión en comprender la realidad y experiencias desde la diversidad territorial, indicando que no hay un quehacer homogéneo y con un mismo sentido. Por tanto, señaló, deben indagarse respuestas institucionales y locales distintas, pertinentes a las demandas.
El primero en exponer fue Felipe Villagrán subdirector de Vinculación del Observatorio de Políticas Culturales (OPC), quien destacó que predominan en torno al quehacer cultural tres actores de interés respecto a los derechos culturales: Estado, privados y sociedad civil. Están afectados según la relación entre los agentes, el modo de financiamiento, y la libertad de creación. Esta última, indicó, es precaria en muchos ámbitos, con escasa formación al talento, predominando su sostén desde los propios agentes. Manifestó que desafíos urgentes son invertir en talento, mejorar las condiciones de agentes culturales y diversificar las fuentes de financiamiento.
Cerraron las reflexiones de la mesa Renee Silva y Paulina González del Centro Cultural Comunitario Anandamapu de la comuna de Recoleta, junto con mostrar distintas experiencias audiovisuales de participación de comunidades en espacios locales, expresaron la fuerza que tiene la contracultura surgida desde lo territorial, con una fuerte crítica a la institucionalidad pública cultural y el mercado.
Luego de la preguntas y reflexiones de las y los asistentes que enriquecieron el debate y plantearon algunos aspectos divergentes sobre las reflexiones asociadas a los conceptos de mercado e industria cultural, Antonio Hernández, coordinador del ICAP, sintetizó que para el territorio aparecen tensiones cuando se allegan conceptos y experiencias como bien público, derechos culturales, componente ético de saberes y comunidades, lo popular, la identidad, las contraculturas, la participación y la incidencia. Señaló finalmente que es clave avanzar en la conversación y debate de estas tensiones, en medio de la dimensión política del hacer cultura y artes locales, en relación crítica con el poder, la higienización y modelización.