La Universidad Abierta de Recoleta (UAR) y la Unión Nacional de Artistas (UNA) realizaron el martes 15 de junio el foro Ley de Donaciones Culturales: ¿una modificación necesaria?, que abordó las posibles modificaciones a la legislación vigente, en el contexto del proceso constituyente de Chile, y la crisis sanitaria que ha afectado a la cultura y las artes.
En el foro a distancia participaron como panelistas invitados Arturo Navarro, director ejecutivo del Centro Cultural Estación Mapocho; Carmen Larenas, directora del Teatro Municipal de Santiago, e Ignacio Grez, director ejecutivo de Mesa Circular. La actividad fue moderada por María Fernanda García, vicepresidenta de la Unión Nacional de Artistas.
Consultados sobre su posición respecto a la indicación de levantar una Ley General que, entre otras cosas, plantea la necesidad de darle transparencia a las donaciones culturales, Navarro indicó que «la Ley General privilegia las donaciones al ámbito ecológico y a la biodiversidad, agregando beneficios a los poseedores de tierras. En definitiva, es una ley que no toca en lo positivo el tema de la cultura y, por el contrario, afecta al ámbito cultural pues pretende rebajar los beneficios tributarios del 50 al 10%, lo que desincentiva aún más las donaciones». Planteó que una propuesta alternativa es mantener la Ley Valdés tal como está y agregarle un artículo transitorio que permita la reconstrucción cultural, aumentando los beneficios y estímulos tributarios de los donantes.
En tanto Larenas señaló que «no es buen momento de proponer una modificación que nivela para abajo el sector cultural. Sin embargo, es una buena idea incluir sectores que hoy no pueden tener el beneficio de las donaciones de privados». Y Grez señaló que «la general per se no es mala, pero propone una reducción de los beneficios existentes, lo que en este momento es inviable, y sería mejor una modificación a la Ley de Rentas Municipales que beneficia al ámbito de la salud, medioambiente y cultural».
Respecto al proceso constituyente se les consultó si se ¿debería fortalecerse la función del Estado en relación a sostener los incentivos tributarios para el desarrollo de las artes y la cultura? Ante la consulta, Larenas manifestó que «junto con desarrollar trabajos a través de la Comisión Constituyente, es necesario empezar a construir una institucionalidad cultural más robusta y mejorar las ayudas del Estado. Tan importante como el derecho (que es lo visible en la Constitución), es el hecho. El hecho tiene que ver con el día a día, con robustecer el sistema, con armar un mejor sistema de protección para los artistas, con mejorar las atribuciones del Ministerio de las culturas, entre otras cosas. El tema de las donaciones culturales no es el único ni el más importante en este momento. La pandemia evidenció una situación de precariedad y vulnerabilidad del ámbito de las culturas».
Grez planteó que «no debe ir en la Constitución cuál es la exención tributaria que permite la Ley de Donaciones Culturales, pero sí debe quedar muy claro que las donaciones cumplen un rol muy importante, que deben ser materia de ley y que se debe fortalecer al sector cultural. En definitiva, es necesario que la Convención Constituyente reconozca el rol de la cultura como un pilar fundamental de la sociedad, pero no debe definir cuáles son los beneficios tributarios en sí mismos».
Por su parte Navarro manifestó al respecto que «antes de pensar en cuáles son los beneficios tributarios que otorga la Ley de donaciones Culturales, debe haber cultura. La cultura hoy está destruida. La Constitución tiene que garantizar el derecho al acceso a la cultura a todos los chilenos y chilenas, y asegurar que nunca más vuelva a ocurrir esta tragedia de la cultura que estamos viviendo por la pandemia y, antes, por la dictadura. No es el momento de estar pensando en la Ley A o Ley B porque en este momento la cultura está destruida y hay que reconstruirla».
Finalmente se les consultó cómo podría el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio incentivar o impulsar la vinculación entre organizaciones culturales y donantes o posibles donantes. Larenas expresó que «este tipo de trabajo nunca es unidireccional, sino que se debe unir el sector privado y el cultural, donde el Ministerio de las Culturas sea el ente articulador de la relación. Debe haber una etapa de acercamiento más profunda y de largo plazo para lograr beneficiar al sector cultural. Eso es lo primero que se debe hacer, favorecer el encuentro».
Grez señaló que «las organizaciones deben acreditarse como organizaciones para no tener que presentar proyectos. De esta forma, el Ministerio puede visibilizar las organizaciones que difunden las artes y las culturas en las comunidades, y también visibilizar las empresas que están presentes en esas comunidades. Luego, a través de una plataforma, se debe dar visibilidad a estos dos mundos, favoreciendo el encuentro».
Navarro señaló finalmente que «la Ley de Donaciones tiene que tener un contenido solidario, más allá de fijar tantos incentivos. No puede ser que el que pone la plata, pone la música, porque la música la ponen los artistas. Quien financia no puede determinar el modelo de desarrollo que se tiene en las culturas. Lo primero que tiene que hacer el Ministerio es dar un paso atrás y volver a tener un Consejo de la Cultura vinculante a través del cual se decida, desde la cultura, el destino de los fondos públicos, porque hoy todas esas decisiones están concentradas en la mano del gobierno».