Para leer: libros de autoras contemporáneas

En el número tres de Abramos Alamedas, y en el marco de la conmemoración del día internacional de la mujer trabajadora, les invitamos a conocer cuatro libros escritos por mujeres de distintos rincones del globo, cuyas temáticas recogen en su seno la filosofía, el arte, la educación popular y el compromiso político emancipatorio, en clara armonía con el proyecto de la Universidad Abierta de Recoleta.

Capitalismo Caníbal. Buenos Aires: Siglo XXI Editores, 2023.
Autora: Nancy Fraser

El más reciente libro de la filósofa estadounidense Nancy Fraser, autora de trabajos como ¿Reconocimiento o redistribución? Un debate entre marxismo y feminismo (junto con Judith Butler) y Feminismo para el 99%. Un manifiesto, es una exploración renovada y actualizada de la olvidada Kapitalkritik [crítica del capitalismo]. Ciertamente, Capitalismo caníbal es una invitación a persistir en el análisis crítico del orden social dominante, en donde Fraser ubica una triple dimensión articulada: a) la conceptual, b) la historiográfica, c) la política militante.

Esta tridimensionalidad analítica le permite a Fraser navegar entre Escila y Caribdis de, por un lado, el reduccionismo economicista a la hora de interpretar el capitalismo; por otro lado, el estudio pseudo objetivo despojado de compromiso político. A lo largo de los seis capítulos que integran Capitalismo caníbal, Fraser desnuda el sistema del capital en sus cuatro soportes: “riqueza expropiada a la naturaleza y a los pueblos; formas de cuidado olvidadas; poder y orden político funcionales a la acumulación; la fuerza de trabajo, el trabajo vivo”, y cuya marcha conduce una forma social que socava sus propios fundamentos existenciales, de ahí su naturaleza “caníbal”. Al mismo tiempo, Fraser subraya el complemento necesario de la crítica: el compromiso político anticapitalista, feminista y ecológico, lo que confiensa la interesante evolución política de la autora, pues del progresismo y la acotada lucha antineoliberal (explícito en su libro ¡Contrahegemonía ya! Por un populismo progresista que enfrente el neoliberalismo) se radicalizó, saludablemente, hacia la necesidad de superar el capitalismo en clave socialista.

Así, Capitalismo caníbal es un libro cuya pretensión fundamental es atizar el debate académico y político sobre la actual crisis sistémica del capital, que amenaza con la catástrofe a toda la humanidad.

Territorio y emancipación: una crítica a las dinámicas territoriales capitalistas. Bogotá, D. C.: Fundación Walter Benjamin, 2023.
Autora: Mary Cruz Ortega Hernández

La ópera prima de la abogada colombiana y doctora en filosofía Mary Cruz Ortega, Territorio y emancipación, resulta un aliciente teórico para los estudios críticos concretos y políticamente comprometidos que reverdecen en el pantano del desinterés por los asuntos comunes y de las discusiones bizantinas en los pasillos de la universidad mercancía (Renán Vega). Epistemológicamente situada desde el método de análisis de Marx de elevarse de lo abstracto a lo concreto, Cruz nos conduce por los territorios como espacios producidos por el capital, atravesados y moldeados por la hegemonía y la forma-Estado y marcados al rojo por la violencia estructural del orden social dominante.

En este sentido, Territorio y emancipación se compone de tres partes, que nos llevan desde el estudio del capitalismo como modo de producción territorial, pasando por los procesos de producción de territorialidad, hasta el análisis de la territorialidad emergente en los contextos contemporáneos bajo el concepto de “transición”, haciendo un sucinto vistazo por la filosofía política desde la Grecia antigua hasta nuestros días. El libro cierra, entonces, con una reflexión explosiva: “las transiciones son, en realidad, formas de perpetuación” de la producción territorial capitalista que sostiene la segregación y las violencias sistémicas (de clase, raciales y patriarcales). Por ello, este libro puede suscitar nuevos puntos de vista para comprender las comunas (como Recoleta), sus formas de ordenamiento, sus dinámicas y prácticas sociales, y a la vez incentivar una praxis comunitaria emancipatoria y rupturista.

Feminismos territoriales, hacia una pedagogía feminista. Santiago: Editorial Quimantú, 2019.
Autora: Claudia Korol (Compilación)

Claudia Korol, educadora popular argentina, comunicadora feminista y militante de la organización Pañuelos en Rebeldía, nos presenta este libro que invita a reconocer los procesos educativos populares en distintas experiencias vinculadas al feminismo y las luchas de las mujeres, con el fin de generar reflexiones en nuestros propios espacios de organización y acción.

Dividido en dos partes, la primera de ellas estimula el diálogo en torno a diversas dimensiones de la relación entre feminismos y educación, siempre desde una corriente militante, comprometida y autocrítica. Estos debates giran en torno a los cuerpos y la afectividad, el cuidado y las cuestiones de género, la división de roles y el orden vertical y autoritario de las organizaciones, los pactos patriarcales y homofóbicos presentes en estos espacios, el biologicismo y las categorías impuestas, y la importancia de “la vida cotidiana como un territorio en el que se despliega la estrategia revolucionaria” (p. 26). Estos y otros debates no necesariamente presentan resolución, sino que más bien se exponen para generar autocrítica, reflexión e incluso incomodidad.

De forma complementaria, la segunda parte del libro nos presenta experiencias de distintas mujeres y sus luchas territoriales, principalmente en Latinoamérica. Aquí se nos muestra la historia de organizaciones como el MST, el Frente Darío Santillán o las Escuelas Populares venezolanas, así como también conversaciones con destacadas luchadoras latinoamericanas y de otras partes del planeta como Vilma Espín, Lohana Berkins, Diana Sacayán, Liliana Daune, Lolita Chávez, Bertha Cáceres, Reina Maraz, Carmen Ulcué, Vandana Shiva, Salam Hamdan y Safina Newbery. Estos diálogos se enfocan en las luchas revolucionarias, los procesos de movilización durante la dictadura Argentina, la defensa del territorio y las semillas, el reconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos, las luchas de las mujeres indígenas y la guerra en Palestina.

Estas experiencias nos plantean algunas cuestiones que las educadoras feministas han venido trabajando en organizaciones hace varias décadas: a) que no existe un feminismo, sino varios, y estos feminismos, en el sur del mundo, se apellidan comunitarios y territoriales, b) que las contradicciones y disputas dentro de los feminismos existen, pero que estos ejercicios de sistematización de las experiencias ayudan a repensarnos y construirnos, c) la importancia de revisar aquellos lugares donde realizamos nuestras acciones cotidianas, como las relaciones personales y organizaciones, d) que la educación popular sigue siendo una estrategia que permite soñar y trabajar en pos de horizontes emancipatorios y antipatriarcales. Sin duda, cada revisión que se haga de este texto podrá originar nuevas reflexiones que hagan sentido a las diferentes trayectorias organizativas de sus lectores. 

Especialmente relevante y enriquecedora resulta la lectura de este libro que compila Claudia Korol. No hay que esperar de este texto una serie de recetas que nos entreguen metodologías y técnicas específicas para nuestros espacios de organización, sino que, más bien, nos propone una lectura colectiva, que nos permita provocar procesos reflexivos en los distintos espacios de nuestra vida y que, idealmente, conlleve a construir una educación popular feminista que se adapte, revise y reconstruya en cada espacio de organización del Sur Global.

En la cuerda floja. Santiago de Chile: Editorial Cuarto Propio, 2023.
Autora: Victoria Larraín.

Mujer sub specie aeternitatis
Por: Christian Reyes Gavilán


Al mismo tiempo que leía la obra donde Vicky Larraín nos ofrece sus memorias de una vida en el arte, me subyugaba también una narración de la escritora española Rosa Montero titulada La ridícula idea de no volver a verte (Barcelona, Editorial Planeta, 2013). Constato, en esta coincidencia, que ambas obras dialogan en una potencia que las transversaliza: el arte y la ciencia solo tienen sentido cuando la vida entregada al uno y la otra se orienta en la máxima de Spinoza: sub specie aeternitatis. Se trata, pues, de dos senderos escriturales que nos revelan una ética que media el mundo con cosas del mundo hacia una auténtica liberación. Así, las vidas de Vicky Larraín y de Marie Curie, respectivamente, en las obras que he mencionado, son expresión de aquella ética y en ambos casos encarnada por una mujer de su tiempo con plena conciencia de tal.

En efecto, la obra de Rosa Montero es una suerte de crónica personal que interactúa con las memorias de la extraordinaria científica que fue la polaca Marie Curie (1867-1934), una de las poquísimas personas -tres, para ser exactos- que ha recibido dos premios Nobel y en dos ámbitos diferentes: Física en 1903 (junto a su marido, Pierre) y Química en 1911. La mujer de talante único e inconmensurable que está detrás de tales logros es la que le importa revelar a Rosa Montero: “[Marie Curie] poseía profundas preocupaciones políticas, nacionalista y sociales; quería hacer algo por la Humanidad y lo sentía como un deber moral” (p. 86).

Vicky Larraín, en las primeras palabras de su libro, se presenta así: “(…) este cuerpo es mío para siempre, (…) he nadado en aguas oscuras y en el mar transparente, he visto sombras donde no las había y dejado pasar la luz que otras veces me encandiló (…) Escribo para los que vienen que me empujan a un salto de cuerda” (p. 15).

Las siguientes páginas son el devenir anunciado en esas metáforas, solo que hecho carne, sangre, huesos, conciencia, luchas, éxitos y fracasos, desde su nacimiento en una “escuela de performance” hasta el estado actual de su vocación, consciente de sí misma y estimulando nuevos sentidos con la urgencia que implica sentirse colgando en las fauces de un “gran monstruo” (p. 348).

La Universidad Abierta de Recoleta se enorgullece de que, en esa búsqueda actual, Vicky haya encontrado este espacio donde, desde 2022, ella realiza un taller de teatro gestual que invita a sus participantes a descubrir y descubrirse desde un lugar fustigado por la cultura judeocristiana y engañado por el consumo neoliberal: el cuerpo.

Bienvenido, entonces, a la escena lectora este libro de la gran artista chilena Vicky Larraín; su lectura es recomendable desde muchas aristas, pero sobre todo -me parece- porque en la forma hay una prosa intensa que trasunta autenticidad no acomodaticia y porque, como fondo, desde esa palabra gozosa, se revela una mujer cruzada por el arte y la rebelión, activa en las luchas emancipatorias de los pueblos, viandante desde Chile a Europa, Nueva York, Cuba y de vuelta a Chile, rica en aprendizajes de maestros y maestras, con decepciones, alegrías, amores y desamores, con el acervo de la madre biológica que no fue, sublimada en la Madre que sí es: “El arte no nos evade de la realidad, (…) nos devuelve la realidad de un modo más rico y complejo” (p. 121). Algo similar puedo decir yo, al concluir la lectura de estas memorias de Vicky Larraín: vuelvo mejor.