Con la asistencia a distancia de más de cien docentes, la dirección académica de la Universidad Abierta de Recoleta realizó una reunión para abordar la modalidad de la modalidad de cursos en salas virtuales y para reforzar los conceptos que sustentan los cursos y talleres de la Universidad y que responden a un diseño pedagógico centrado en la o el participante, su contexto histórico, social, político y cultural, así como su capacidad analítica, reflexiva y crítica.
La reunión se inició con el saludo del director ejecutivo de la Universidad, Rodrigo Hurtado, quien expresó la gratitud del equipo de la Universidad hacia los docentes «por su disposición a continuar formando parte de este proyecto educativo señero e innovador que está escribiendo páginas interesantes de la historia de la educación popular de Chile y que acaba de cumplir su segundo año de vida en circunstancias muy particulares», por un lado un proceso político y social inédito en nuestro país, y por una pandemia sin precedentes con un alcance global que ha condicionado todas las actividades humanas y por cierto también las educativas.
Hurtado realizó un pequeño balance del año pasado, señalando que la Universidad Abierta de Recoleta ha dado pasos sustantivos, y en el caso del 2020 «destacamos varios elementos que a nuestro juicio permiten hacer un balance positivo pese a la adversidad que enfrentamos».
Indicó que la universidad pudo girar rápidamente a los formatos digitales, desarrolló más de 30 programas académicos que reunieron a más de sesenta y siete mil estudiantes de una treintena de países, amplió sus alianzas hacia instituciones internacionales como Unicef, Unesco, el Instituto Trasnacional radicado en Holanda, Save the Children, la Fundación Rosa Luxemburgo, en el ámbito de la investigación se han seguido desarrollando alrededor de doce proyectos con foco en la comuna de Recoleta, y en el ámbito de la extensión se desplegaron actividades que movilizaron el talento y la participación de al menos cien académicos, líderes políticos y sociales en una diversidad de temas que procuraron en todos los casos acompañar la coyuntura entregando formación, conocimiento y saberes oportunos para alentar esos procesos.
Expresó por último que «vamos a seguir entregando formación en torno a los temas de la pandemia, pero también acerca del proceso constituyente porque nos parece que son los dos elementos que condicionan de manera más decisiva el curso de la vida de las personas. Esperamos este año también inaugurar el Instituto de los Gobiernos Locales, porque cada vez nos complacemos más que las comunas, las unidades territoriales administradas por gobiernos locales, representan una tremenda oportunidad para avanzar en el desarrollo de alternativas frente a las soluciones hegemónicas del mercado».
Por su parte el director académico, Christian Reyes, señaló que el objetivo de la reunión es proponerles a las y los docentes una modalidad «que nos parece puede permitir dictar buena parte de los cursos que estuvieron en su momento seleccionados y además puede reforzar naturalmente el modelo educativo de la Universidad».
Aprovechó, junto con lo anterior, de generar reflexiones que refuercen y reafirmen el sentido del proyecto educativo, «porque nos parece que nunca hay que perder de vista, que la Universidad Abierta de Recoleta propone una instancia educativa distinta, aunque complementaria a las universidades facultativas». Añadiendo que «la Universidad alienta un modelo educativo popular abierto y plural, al servicio de individuos, pero sobre todo al servicio de comunidades, particularmente para aquellas personas y aquellas comunidades que no tienen por la razón que sea el acceso a una formación pertinente, gratuita y de calidad. Ese es el elemento basal del desarrollo de nuestra acción universitaria».
Explicó que como proyecto educativo «queremos superar la evaluación como un espacio de dominación tradicional que se vive en los procesos formativos tradicionales, queremos hacer una educación liberadora, creadora, donde predomine la colaboración por sobre el competir, y me permito citar a Boaventura de Sousa Santos, en su libro La cruel pedagogía del virus, donde dice que desde el siglo XVII los tres unicornios que expresan los principales modos de dominación han sido el capitalismo, el colonialismo y el patriarcado, y los tres siguen muy vivos como bien sabemos sobre todo en esta parte del mundo. Entonces quiero invitarles e invitarlas a una docencia, a un trabajo docente, donde profundicemos el trabajo con el mundo, con las comunidades a las que servimos y no sólo acerca del mundo».
Indicó también que «nosotros alentamos un conocimiento que descubra herramientas destinadas al cambio y la transformación social. ¿Qué transformación social?, bueno aquella que permita que nuestras y nuestros participantes logren entender lo que significa no sólo teóricamente, sino vivencialmente una ciudadanía de derechos, con justicia social, pluriculturalidad, igualdad de oportunidades, inclusividad y participación».
Concluyó señalando y citando nuevamente a Boaventura Sousa de Santos, donde el autor portugués se pregunta «qué pasa después de la pandemia, qué viene después de todo lo que hemos vivido en estos días, en estos tiempos de pandemia, de crisis social, de crisis política… él afirma que viene el tiempo de un nuevo sentido común, y lo define diciendo que en los últimos cuarenta años hemos vivido en cuarentena, en la cuarentena política, cultural e ideológica de un capitalismo encerrado en sí mismo, así como en la cuarentena de la discriminación racial y sexual, sin las que el capitalismo no puede sobrevivir. La cuarentena causada por la pandemia es después de todo una cuarentena dentro de otra. Superaremos la cuarentena del capitalismo cuando seamos capaces de imaginar el planeta como nuestro hogar común y a la naturaleza como a nuestra madre original a quien le debemos amor y respeto. No nos pertenece, le pertenecemos a ella. Cuando superemos esa cuarentena seremos más libres ante las cuarentenas provocadas por las pandemias».