En el marco de la conmemoración de la Semana de la Educación Artística, la Universidad Abierta de Recoleta presenta el libro Herencias sonoras. Análisis y estudios sobre la música popular de raíz folclórica en Latinoamérica, una publicación digital coordinada por el docente y músico Mauricio San Martín, donde participan veinticuatro estudiantes de cuatro países.
Instaurada en 2011 por la UNESCO, la Semana de la Educación Artística se plantea como un reconocimiento internacional para celebrar la importancia social e histórica de la educación artística y de la diversidad cultural en el mundo.
Comprometida con la construcción de conocimiento en los ámbitos de la cultura, arte y patrimonio, la UAR ha creado espacios para la educación artística transformadora desde la docencia, extensión e investigación. Desde 2019, solo en el área académica, se han impulsado más de 90 cursos y talleres, presenciales y virtuales, abarcando la totalidad de las disciplinas artísticas y varias de las manifestaciones culturales y patrimoniales.
En línea con ese compromiso, desde hoy la UAR pone a disposición para descarga digital el texto Herencias Sonoras. Análisis y estudios sobre la música popular de raíz folclórica en Latinoamérica, una publicación UAR que surge a partir del curso en sala virtual Deconstruyendo la Música Latinoamericana del año 2021, dictado por el docente Mauricio San Martín, quien es músico profesional, docente y gestor cultural.
El libro se conformó a partir de ensayos académicos y diversos tipos de textos creados por los y las estudiantes como trabajo final del curso, relacionando diversas temáticas sociales, históricas, literarias y de análisis musical en el contexto de las músicas populares folclóricas en Latinoamérica y los conceptos de nación que coexisten en la actualidad. A partir de la selección realizada por el docente, el libro se presenta como esfuerzo sistematizador, creativo y creador, de reflexión crítica y de diálogo de saberes, en el que confluyeron diversas sensibilidades musicales y cosmovisiones integradas por un proceso formativo común en torno a la música folclórica latinoamericana.
Compuesto por nueve capítulos que constituyen un recorrido por la variedad de partituras y armonías latinoamericanas, la publicación trasluce los alcances del curso y el compromiso de sus coautoras y coautores por posicionar en la comunidad el invaluable legado artístico latinoamericano y sus inagotables energías creadoras. Ellas y ellos son Edith Albarrán, Rocío Álvarez, Aníbal Aravena, Sebastián Córdova, Lorena Encina, Janis Fuentes, Liliana Hermosilla, José Luis Hevia, She-ra León, Glinys León, José Márquez, Juan José Melero, Karla Monsalve, César Monsalves, Henrique Nascimento, Tomás Olivero, Marco Antonio Parra, Mariana Parras Luque, Lucas Reggiani, Carlos Saavedra, Dania Sánchez, María Eugenia Sánchez, Paloma Urzúa y Paz Zepeda.
Educación, música y compromiso
Compartimos a continuación algunas impresiones de Mauricio sobre su vivencia como docente de la UAR.
- ¿Qué significa para ti trabajar junto a la UAR en tu labor de profesor de música?
Trabajar en la UAR implica un gran compromiso, no solo con la comunidad de estudiantes, sino que también con el conocimiento en sí. En mi caso, fue una experiencia desafiante. En especial, durante el período en que inicié esta aventura docente, ya que si bien mi curso fue planificado en principio como una instancia presencial, durante la pandemia necesitamos de urgentes innovaciones a nivel didáctico a fin de equiparar o incluso superar el impacto de una clase presencial, lo cual resulta crucial para la educación artística en general. El equipo de la UAR me ayudó muchísimo en la implementación del curso en Sala Virtual y también en lo que respecta a la apropiada asesoría en términos evaluativos y formativos de los y las estudiantes, quienes no solo provenían de nuestra querida comuna, sino también de diversos puntos de Santiago, regiones, e incluso de variados países como Argentina, Brasil, México, Perú, Colombia, Ecuador, España e Italia. - ¿Qué aprendizajes personales te deja esta experiencia docente?
Los aprendizajes que me llevo se condicen con la oportunidad de explorar otras formas de presentar contenidos (que para los fines de la disciplina que enseño son diversas ‘realidades’), así como con otras maneras de cuestionar la actualidad. La UAR también ayudó a encender la llama de la creatividad, de la solidaridad, de la entrega desinteresada. Creo que la publicación del libro es muestra de un trabajo mancomunado de estudiantes que, sin buscar fama o reconocimiento, lograron plasmar en este libro, con notable grado de profundidad, respuestas a interrogantes complejas. - ¿Cuál es el impacto de la educación artística en personas adultas, como la educación abierta que propone la UAR?
El impacto de la educación artística en personas adultas, aunque también es algo aplicable a personas de otros rangos etarios, se focaliza en desarrollar la creatividad desde diversos enfoques. Cursos realizados en la UAR, como Deconstruyendo la Música Latinoamericana (2021) o Escucha Latinoamérica (2022), no solo buscan analizar géneros musicales o mostrar los contextos en que estas músicas se desarrollan, sino que también propenden a destrabar ese ser creativo con el que todes nacemos. En este caso, la creatividad es un medio para reencontrarnos con nuestra integridad psicofísica. Así, el acto de escuchar atentamente nos puede inspirar para expandir nuestra cultura musical; a comprometer tiempo para el aprendizaje de un instrumento, la composición o el canto; a reconocernos en la música por medio de la danza y la expresión corporal; a conectar con la historia personal o a reconocer y honrar la historia de quienes nos antecedieron. En otras palabras, la formación artística, nos permite ser agentes activos de las artes desde nuestros roles respectivos, no a ser meros receptáculos de información. - ¿En ese sentido, cuál es aporte de la educación artística en un contexto no formal?
El fenómeno de la educación abierta en personas adultas es simplemente una bendición. A muchas personas estamos dándole una oportunidad que el sistema educativo formal lisa y llanamente les negó. La labor de la UAR, en este caso, consiste en abrir una ventana en un período de la vida cuando muchas veces se piensa que ‘ya es demasiado tarde’, o ‘no hay tiempo ni dinero para estudios’, o que debo ‘aterrizar’ mis opciones en busca de un sustento. Situación aparte, pero no menos importante, es la de nuestro estudiantado compuesto por jubilades, quienes a través de la UAR han podido resignificar sus vidas, descubrir nuevos talentos en sí mismos(as), o simplemente disfrutar de pasatiempos que les llenen de cultura y nuevas habilidades para lo que es el inicio de sus nuevas vidas. Y no, nunca es tarde, principalmente si cuentas con el apoyo de una institución como la UAR que se ganó el cariño, el respeto y el reconocimiento de todas las personas, -e instituciones-, que participamos desde nuestros respectivos espacios.
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