Vicky Larraín estudió historia del arte y coreografía en la Scolla Cantorum de París. Posteriormente viajó a Nueva York para completar su formación con Alvin Nikolai, y luego se radicó en Suiza. La búsqueda formal de Larraín la llevó, en el último tiempo, a explorar la escritura, y la relación entre cuerpo, movimiento y tecnología, siendo actualmente considerada la primera coreógrafa digital del país. Es la directora del Diplomado en Danza-Teatro-Performance disponible en la Universidad Abierta de Recoleta y conversamos con ella para conocer más sobre este programa de formación.
¿Cuál es la importancia de enseñar danza, teatro y performance urbana de manera articulada, en un diplomado?
No es danza, ni es teatro: es teatro-danza, que es la expresión dramática del cuerpo. La danza tiene que ver con los pasos, unidos. El teatro tiene que ver con el texto y la premisa, unidos. Performance se entiende por sí solo. No es danza, ni es teatro. Como decía la coreógrafa alemana Pina Bausch, es imagen en movimiento. Y la importancia de este género, que está reconocido en toda Latinoamérica, pero no así en Chile, donde somos más formales -lo que es una lata-, es que permite la instalación biográfica, por ejemplo, que significa que todos los estudiantes, a través de todas las propuestas conceptuales que
entregan, dan su propia opinión. Tú no estudias algo y copias; tú estudias y das origen a tu propia historia, estilo urbano y latinoamericano. Por eso es importante, porque coincide con lo que el estudiante -que ya no quiere copiar tanto, salvo que sean materias como matemática, etc.- quiere decir, sobre todo en el arte, contar sus propias historias. Tú los ves en TikTok, en Instagram, como cada uno va haciendo sus videos, sus cosas. Esto [el Diplomado] es eso: que cada uno construya su propia imagen o sus propias sensaciones sociales.
En el contexto actual chileno, ¿cuál es la contribución de estas artes a la socialización de ciertos temas (revuelta, nueva constitución, por ejemplo)?
Todo arte contribuye a la socialización. Sin embargo, es bastante generacional. Va dependiendo. Hoy nosotros vimos muchos -en el caso del performance- performance impulsivos y auténticos. Impulsivos, digo, porque venían de la intuición. Veíamos mucha performance en el estallido social: gente disfrazada, por ejemplo, aunque no es el disfraz, sino lo que mueve al disfraz. No es disfrazarse porque sí, sino que es aquello que mueve lo que tú vas a hacer. No es el cuerpo; es lo que mueve al cuerpo. Se entiende mal cuando se dice que el cuerpo está asociado al movimiento. No. El cuerpo está asociado a la mente y la psicomotricidad, en cuanto a este Diplomado y no a la psicología, significa que está unida la energía cuerpo-mente. Por tanto, al estar unida, se van estimulando las opiniones con respecto a lo que sucede, con respecto a las circunstancias. Por lo mismo, respecto de la nueva constitución, yo creo que todos los artistas están a su favor. Estoy siendo prejuiciosa, sí, pero es así. En el Diplomado, ese artista va a crear pequeñas cápsulas de video sobre la nueva constitución. Es parte de la asignatura y de la interacción de las artes.
¿Qué puedes decir de la Universidad Abierta de Recoleta y por qué este espacio es adecuado para este programa académico?
Como bien decimos los chilenos, sin sobar el lomo a la universidad, a mí me interesó porque considero que la gente que trabaja ahí tiene propuestas únicas, no burocráticas y que, pese a ser formales, pueden captar la informalidad de lo que sucede en la juventud actual. Entonces, creo que si bien hay mucho teatro y danza callejera, todavía falta en la universidad una concepción rápida de lo interesante que es el tema para la juventud que sea urbana y no folclórica. Esto influye e incluye todas las artes de manera latinoamericana. Tratamos de que lo latinoamericano -que no tenemos en general, salvo lo folclórico- sea una propuesta urbana, que no está hecha aún. Entonces, por ejemplo, en el estallido social aparecieron muchas propuestas urbanas: las chiquillas feministas con sus senos al aire era una propuesta urbana que antes no aparecía, porque siempre está esa cosa pudorosa, sobre todo en el chileno. Por eso, nosotros aportamos a que el o la estudiante elaboren propuestas que sepan de dónde viene y no al lote. Que sepan por qué las están haciendo porque hay mucha intuición, pero poca concepción.
¿Cuál es el público al que se dirige este diplomado?
Está pensado para todo público, pero especialmente para la juventud que ya puede comprender, sin mucho ego, que está buscando algo más allá de él o ella misma. Jóvenes entre 20 y 40, porque todavía se es juventud. Cuando yo digo juventud es una forma de espíritu. Es una actitud activa. Es una actitud de búsqueda. La juventud no tiene que ver con la edad. La edad es una mera formalidad. Las personas son seleccionadas a través de la creatividad que resultan proponer. Nosotros vemos a los creativos, aquellos que van a proponer cosas para su vida. Este no es un diplomado para saber de teatro-danza; este es un diplomado para actuar en la vida, sabiendo estas concepciones: el absurdo, lo efímero, lo leve, el contraste, el carnaval, el funeral. Concepciones profundas. Esa profundidad se va sacando de la persona sin que ella siquiera se dé cuenta, porque los temas que este diplomado ofrece son profundos, y no les queda otra que entrar bien en aquello. La superficialidad se nota inmediatamente. Yo soy licenciada en cine documental, y a los postulantes se les pide un pequeño video en el que se observa la creatividad. La creatividad está exenta de narrativa. Para mí, la creatividad es yuxtapuesta, viene de diferentes variantes y se une en una sola temática. Necesitamos gente creativa. Nada más. Todo lo demás -buena expresión corporal, ritmo- son accesorias. Iremos descubriendo, junto con los estudiantes, los distintos temas.